¿Tu piel reacciona de forma exagerada al sol, al viento, al frío y al estrés? Es posible que esto se deba a un problema de piel sensible, una afección más común en mujeres que en hombres y que se manifiesta en forma de enrojecimiento, descamación, sensaciones de ardor e incluso de pinchazos. Sabemos que este es un tipo de piel difícil de cuidar, pero con los siguientes consejos seguro que conseguimos hacerte esta tarea un poco más sencilla. Quédate a leer.
- Límpiala en profundidad.La limpieza facial es un gesto fundamental, más aún en el caso de las personas con pieles delicadas. Evita, eso sí, frotar para evitar provocarte irritación y ten cuidado con los productos de limpieza que usas, ya que la piel sensible puede reaccionar ante ciertos jabones.
- Exfóliala una vez al mes.La exfoliación es uno de los rituales de belleza más injustamente olvidados, sobre todo en el caso de las personas con piel sensible. Sin embargo, nuestra recomendación es que no te saltes esta rutina: puede ayudarte a conseguir más luminosidad y tersura. Limítate a hacerla una vez al mes para evitar que aparezcan rojeces e irritaciones.
- Protégela del sol.La exposición a los rayos UV es uno de los factores que más envejecen y maltratan nuestra piel, sobre todo si la tenemos delicada o sensible. Por eso, es importante que protejas tu piel del sol con una crema protectora 50, también en invierno e incluso en los días nublados.
- Utiliza cremas hipoalergénicas.Es importante que los cosméticos que utilices respeten el equilibrio natural de tu piel. Fíjate bien en sus ingredientes antes de adquirirlos: nada de perfumes, ni alcohol, ni conservantes. Utiliza solo productos que no vayan a provocarte ninguna reacción alérgica en la piel.
- Evita los perfumes y colonias.Los perfumes son sustancias alérgenas, por lo que, en la medida de lo posible, deben evitarse. Esto es especialmente importante en el caso de las pieles sensibles, las cuales reaccionan más fácilmente ante cualquier agente externo.
- Descansa adecuadamente.Huye del estrés y trata de dormir tus ocho horas diarias. La piel sensible acostumbra a reaccionar con brotes y erupciones ante situaciones de estrés y fatiga, así que, aunque no le des importancia, es clave que respetes este punto.
- Evita las comidas picantes.Las comidas picantes provocan inflamación en la piel y aumentan la sensibilidad cutánea, por lo que su consumo debe limitarse mucho en aquellos casos en los que exista un problema de piel sensible. Exactamente lo mismo sucede con el alcohol y otras sustancias estimulantes.
- Reduce el tiempo en la ducha.El agua muy caliente en contacto con la piel hace que esta se deshidrate. Por eso, nuestra recomendación es que, en la medida de lo posible, utilices agua templada para ducharte y que reduzcas el tiempo que estás bajo el chorro de la ducha. Por otra parte, para lavarte la cara, mejor utiliza agua fría.